!Hola¡ Soy Gracia y te doy la bienvenida a mi blog, Conexión con tu Esencia.
Un espacio donde podrás encontrar cositas interesantes sobre Yoga, Meditación, Terapias Naturales y otros temas para tu propio crecimiento personal y espiritual.
Me encantaría que te vinieses conmigo y así poder caminar juntxs, ¿te apuntas?.
Primero de todo, hablarte un poco sobre mí y que me vayas conociendo, ¿verdad?.
Te cuento mi historia
¿Y por dónde empiezo?.... Ahora estamos en 2022, voy a remontarme a cinco años atrás...
...por ese tiempo trabajaba como actuario de seguros y llegaban mis deseadas vacaciones de verano. En los últimos años me lancé a viajar sola y la experiencia se la recomiendo a toda persona, pero eso es historia para otro blog, jejeje Pues fue en 2017 cuando viajé a India, fue a través de un voluntariado con refugiados del Tibet y la experiencia vivida sembró una semilla en mi interior. Aunque, pensándolo bien ahora, la semilla ya estaba, pero ese viaje hizo que se removiera la tierra.
Viajé a India en busca de algo, en busca de respuestas, cuyas preguntas ni siquiera me había formulado.
Fue un viaje solidario, una gran experiencia vivida, viajar con conciencia, conocer otra realidad, aprender, respetar, intercambiar... al mismo tiempo que descubrir lugares increíbles.
India hizo que me llamara la curiosidad profundizar en Yoga, llevaba practicando entonces unos tres años, desde 2014, y algo ahí me llamaba (ya os contaré más adelante cómo llegó Yoga a mi vida y cómo Reiki también hizo clic en mi interior).
Y fue al año siguiente cuando comencé la formación como Instructor de Yoga 200hrs. En ese momento, para nada tenía en mente dedicarme a eso, yo seguía con mi trabajo de Actuario y paralelamente profundizaba mis conocimientos en Yoga.
En el fondo de mí, algo estaba gritando pero yo vivía ajena a ello y no escuchaba.
Durante los nueve meses de formación, poco a poco iba siendo más consciente... me sentía sumergida en una vida que no era la mía, arrastrada por el día a día, por la rutina, por las costumbres, por la educación recibida, arrastrada por los pensamientos limitantes, el qué dirán, qué pensarán de mí… Sentía como si hubiese un vacío en mi interior, me encontraba desconectada de mí misma. Aunque a veces me auto convencía de que era feliz, que estaba bien, que llevaba una buena vida… Sin embargo, en lo profundo de mi corazón, algo me decía que había algo más, que la felicidad era otra cosa… en realidad llevaba sintiéndome así desde hacía años, pero sin escucharme, me daba miedo cambiar, lo que se dice miedo a ‘salir de la zona de confort’.
Hasta que llegó un día, un día en el que lo vi claro, un día en el que no tuve dudas, tenía claro lo que no quería en mi vida, aunque sin tener claro lo que sí quería.
Por situarnos en el tiempo, la formación como instructor de yoga la terminé en junio de 2019 y, a partir de ahí, comenzaría una nueva vida para mí (sin yo ser consciente de ello).
Ese verano me cortaba el pelo, físicamente, y de un algún modo también emocionalmente, aceptando mi cabello de color blanco, que desde los 18 años era una parte que no amaba de mí.
Y colgué mi mochila a mis hombros y me fui rumbo a Perú.
En Perú hubo varios momentos claves, pero sobre todo, el momento justo en el que iba bajando la montaña de siete colores... bajaba con el éxtasis de las maravillosas vistas que se veían desde allí arriba, disfrutando del silencio y la paz que reinaba allí, me sentía feliz, una felicidad distinta, quise que ahí se detuviese el tiempo… y en ese momento, me vinieron imágenes, sentimientos… no sabría explicarlo con palabras…. Lo que sentí sé que fue verdadero. Era como si mi alma me susurrara que siguiera por otro camino, que debía hacer cambios en mi vida para poder crecer y ser feliz, sentí que debía parar la vida que llevaba y respirar, respirar en silencio, andar en silencio, simplemente eso, estar en silencio, algo tan fácil y tan difícil a la vez… El silencio me llevaría a ver mi camino, descubrir mi propósito en esta vida, cumplir mi dharma…
Y bueno, así lo hice... Me dejé llevar por mi intuición, le hice caso a ese susurro y me lancé a lo que mi alma me estaba pidiendo a gritos desde hacía años… Puedo decir que el viaje a Perú me ayudó a dar ese paso que tanto me costaba dar. Y así sucedió, ahora hace tres años que en octubre de 2019 dejaba el trabajo en el que llevaba desde hacía más de 12 años,…
Necesitaba un tiempo de desconexión con el mundo y tiempo para conectarme conmigo misma.
Fue en ese tiempo de silencio, cuando esas respuestas, a preguntas que ni siquiera había planteado, llegaban a mí. Y con ganas de volver a India y continuar mi formación de Yoga allí, pero llegó marzo de 2020 y... el mundo entero se paró... y yo también aproveché para parar, respirar, observar, escuchar...
Mi interés por continuar con la formación de Yoga seguía y tras varias señales lo tuve claro... inicie el segundo año de formación como Profesor de Yoga 400hrs con mis amados profesores de la Escuela de Yoga Jiva Daya, a quienes les debo tanto. En este tiempo de silencio, escucha, tiempo de estar más presente, podía sentir más vivas las señales que el Universo me enviaba. Y comencé a formarme también como quiromasajista y otras terapias naturales.
El mundo del masaje fue un descubrimiento para mí, de verdad sentí que eso ya lo hacía en otra vida, fue como retomar el camino por donde lo había dejado... Ahí sentí que durante años me había desviado por otros senderos y que andaba perdida, pero que al fin, logré encontrarme de nuevo. Aunque en realidad, no hay caminos perdidos sino que todo ocurre por algo, tal y como tiene que ser.
Ahora...
Y bueno, 2021 trajo muchos cambios en mi vida, nuevo hogar, formaciones y comenzar a trabajar en algo que ni me hubiese imaginado tiempo atrás.
En estos últimos años, sobre todo en estos tres años, todo ha llegado a mi vida de una manera suave, sin esfuerzo, como caído del cielo... pienso que eso ya estaba para mí, y había llegado el momento perfecto.
Durante este 2022 la vida me sigue regalando cosas maravillosas y conocer bellas almas que siento que nos volvemos a reencontrar. Tengo la suerte de vivir en una casita en el campo, alejada del ruido, en contacto con la naturaleza y con mis dos niñas de cuatro patas, Luna y Sita. Las puertas de mi hogar están abiertas para todo aquel que quiera venir y disfrutar de algunas de las terapias que realizado. También puedes encontrarme en un mágico espacio a quince minutos de Málaga, en Cártama; un espacio creado con toda mi energía y mi amor, Centro Kiran.
¡Gracias, gracias, gracias!
Ahora, echando la mirada hacia atrás, doy las gracias por cada situación vivida. Alguna vez he pensado que el cambio debí haberlo hecho tiempo atrás, pero después pienso…
...que todo está bien, todo ha pasado como tenía que pasar y ha ocurrido cuando yo estaba preparada para este cambio...
Ni antes ni después, sino en ese justo momento. Y bueno, desconozco lo que será de mí en un futuro, eso no me preocupa. ¡Confío! y siento que ahora soy feliz. Sé que haciéndole caso a mi corazón no me equivocaré, y seguiré por el camino correcto; aunque me desvíe, sabré volver, y como me dijo una buena amiga, una vez que se toma este camino ya no hay vuelta atrás…
¡Gracias, gracias, gracias!
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